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TRABAJO, ¿BENDICIÓN O MALDICIÓN?


Trabajo - Activa tu fe Blog

Para muchos el trabajo es simplemente una fuente de ingreso y estrés a sus vidas. Carece de propósito y realización personal, es un acto rutinario, aburrido, lejano a ser una bendición en sus vidas. ¿Cuántos disfrutan su trabajo? ¿Cuántos están en el trabajo soñado?


Viendo a diario tantas personas estresadas y hasta enfermas producto de un arduo trabajo, me preguntaba si ese sería el propósito inicial de trabajar, ¿no debería ser más bien una fuente de bendición a nuestra vida?


Algunos dirán: “Es una bendición porque genera dinero, estatus y poder”, pero, ¿a cambio de qué? Esto no quiere decir que no trabajemos, pero si podemos permitir que nuestro trabajo sea bendición y no maldición.


La palabra bendición en sus raíces tiene 2 significados: Beraka (hebreo) que significa transferir el poder y favor de Dios y Eulogeo (Griego) que significa hablar bien de alguien. ¿Estás bajo el favor de Dios en tu trabajo? ¿Qué tan bien hablan de ti en tu trabajo?


Como he venido diciendo, el éxito en el trabajo no debe ser medido por el dinero sino por la relevancia, decía Martin Luterking lo siguiente:


“Si eres un barrendero, barre las calles como Miguel ángel pintaba un cuadro,

como Bethoven componía una melodía o

como Sheaskepare escribía poesía.

Que las personas digan

aquí vivió un barrendero que hizo bien su trabajo”.


Leía estas líneas en un libro y recordaba las palabras de Salomón: Lo mejor que podemos hacer es comer y beber, y disfrutar de nuestro trabajo. He podido darme cuenta de que eso es un regalo de Dios, pues si no fuera por él, ¿quién podría comer y estar alegre? Cuando Dios quiere a alguien, le da sabiduría y conocimientos, y lo hace estar alegre; en cambio, al que desobedece lo hace trabajar y amontonar mucho dinero, para luego dárselo todo a quien él quiere. ¡Pero eso tampoco tiene sentido! ¡Es como querer atrapar el viento. (Eclesiastés 2: 24 TLA). Entonces entendía que:

MÁS IMPORTANTE QUE EL AMOR AL DINERO, ES EL AMOR AL DADOR DEL DON, TRADUCIDO EN VOCACIÓN.


Hay algo para lo que somos buenos, algo que disfrutamos hacer, algo para lo cual Dios nos creó y a través de lo cual desea bendecirnos. Elijamos vivir haciendo lo que amamos y no amando lo que nos roba la bendición.


Hoy día, mucha es la gente amontonando riquezas, luchando por la mejor casa mientras sus hogares son destruidos, persiguiendo el poder y dejando ir la humildad, alcanzando “éxito” y perdiendo la salud, alcanzando masas y alejándose de Dios. Aun así consideran que su trabajo es “bendición”.


Pueda que el trabajo sea fatigoso producto de la desobediencia. Adán rompió la relación con Dios (Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra; pues polvo eres y al polvo volverás. Génesis 3: 19). Pero, el trabajo fue antes que el pecado, el diseño original era bendición: Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara y lo guardase. Génesis 2:15.


El diseño original del trabajo era un sublime don de Dios, no ameritaba salario, ni sudor, ni jefes arrogantes, era simplemente una manera de obedecer a Dios. Hoy día, así como Dios puede restablecer la relación con la humanidad a través de su hijo Jesús, igualmente puede restablecer el don de trabajar. Jesús es llamado el segundo “Adán” y vino a reparar el desastre que hizo el primero:


El pecado de Adán no puede compararse con el regalo de Dios. El pecado de Adán hizo que Dios lo declarara culpable. Pero gracias al regalo de Dios, ahora él declara inocentes a los pecadores, aunque no lo merezcan. Si por el pecado de Adán, la muerte reina en el mundo, con mayor razón, por medio de Jesucristo, nosotros reinaremos en la nueva vida, pues Dios nos ama y nos ha aceptado, sin pedirnos nada a cambio. Romanos 5:16 - 17 (TLA).


Alegrarse en el trabajo y permanecer alegres es un regalo que solo puede venir de parte de Dios, es tiempo de que primeramente restaures tu relación con él, descubras el don que ha puesto en ti y lo ejecutes siendo bendición, no importando el ingreso que puedas tener sino la huella que puedas dejar, porque cuando buscas lo esencial, el resto será añadido.


Cualquiera que sea tu trabajo, si lo tratas como una bendición y no como una maldición, Dios se involucrará en él, y como siempre él lo cambiará todo.


#ACTIVATUFE DEJA QUE DIOS BENDIGA TU TRABAJO


Basado en el libro "Dios, tú y tu trabajo" de Ian Coffey.

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