EL FRUTO DE LA CONTRADICCIÓN
¿Alguna vez has atravesado por momentos contradictorios en tu vida?
Quizás te has esforzado por hacer lo que te corresponde, has creído y trabajado para alcanzar tus metas, pero nada que ves resultado. Has activado tu fe, has obedecido la voz de Dios, pero “nada pareciera cambiar”. Si es este tu caso, las siguientes líneas son para ti.
Leía la Palabra de Dios y me topé con el siguiente pasaje:
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo,
para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Hebreos 12:3 (NTV)
Otras versiones dicen:
Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.
Hebreos 12: 3 (NVI).
Piensen en el ejemplo de Jesús.
Mucha gente pecadora lo odió y lo hizo sufrir,
pero él siguió adelante.
Por eso, ustedes no deben rendirse ni desanimarse..
Hebreos 12:3 (TLA).
Dios suele permitir situaciones que a nuestro ojo humano parecieran "contradictorias".
¿Por qué permitir que un Santo sufriera y muriera? La respuesta es sencilla: para enseñarnos su inmenso y eterno amor. Dios Padre envió a Dios hijo para reconciliarnos con nuestro Padre por medio de la cruz. Gracias a la obra de la cruz, hoy podemos tener la esperanza de ser como Jesús, con la ayuda de su Santo Espíritu. Jesús soportó el sufrimiento, las tentaciones, el dolor, y resultó vencedor.
Por eso, aunque hoy te parezca contradictorio lo que vives, toma el ejemplo de Jesús, aférrate al Padre, como él lo hizo, y vencerás porque Él ya venció por ti.
Los momentos difíciles son parte de la disciplina de Dios en nuestra vida, y cuando hablamos de disciplina no estamos hablando de castigo como mucha gente suele hacerlo. La palabra disciplina viene de la palabra discipulus, que es alguien que recibe una enseñanza de otro. Por tanto, en esos momentos “contradictorios”, simplemente Dios nos está enseñando a: confiar y depender de Él, a ser fuertes por medio de Él, a amar con el amor de Él, a creer con la fe de Él.
Dios te está entrenando para ser un vencedor o vencedora, te está enseñando a vivir como él vivió y estoy segura que aunque hoy sientas que no hay razón de gozo, pronto verás "El fruto de la contradicción”:
Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla.
Al contrario, ¡es dolorosa!
Pero después, produce la apacible cosecha
de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.
Hebreos 12:11. (NTV).