NO ERES TU, SOY YO
¿Alguna vez te han dicho la típica frase "No eres tú, soy yo"? ¿O quizás has sido tú quién usó esta frase?.
Entonces estas líneas son para ti.
"No eres tú, soy yo" es una frase que de seguro has escuchado en una telenovela o hasta en tu propia historia cuando se avecina una ruptura de pareja.
Esta frase de cierta manera esconde culpabilidad y verdad. Quien la dice disfraza la verdad y quien la escucha sabe que en parte es culpable, en ambos casos esta frase se ha convertido en una vía fácil a la hora de tener que afrontar un final, pudiendo ser un momento para más bien reconciliar, reconocer puntos flacos, reparar y continuar.
Si no eres tú y soy yo ¿Por qué no mejoras? ¿Si no soy yo, por qué pago los platos sucios?... en fin, si quieres saber más acerca de la frase, allí están las telenovelas y algunas obras de teatro.
Si bien "No eres tú, soy yo" es una frase que se usa para finalizar relaciones, podría también ser una frase que avecine un nuevo comienzo. Si, así como leíste, ¿qué pasaría si hoy Dios tocara a tu puerta y te dijera: "No eres tú, soy yo"? al instante pensarías que hasta aquí llego la relación, pero, a diferencia del hombre simplemente te estaría recordando que si quieres que él esté presente en tu vida, si es real tu amor por él, si en algún momento ha sido sincera tu relación con él, es momento en que dejes de ser el centro y des lugar a Dios en la relación.
Muchas personas alrededor del mundo están en ese punto crucial de su relación con Dios, pensando incluso que Dios no tarda en salir al encuentro con una frase como esta, que quizás está tan decepcionado como para no reconciliarse, si esto es lo que piensas déjame decirte que no importa cuán grande haya sido tu error, Dios siempre estará dispuesto a aceptar tus disculpas y tu peor error será entonces no haberte reconciliado con él.
No temas si hoy escuchas de él la famosa frase: "No eres tú, soy yo" , porque simplemente él desea reconciliarte y decirte:
- No fuiste tú quien eligió amarme, fui yo quien te amó primero - (1 Juan 4: 19).
- No son tus obras ni tu bondad la que nos unen sino mi gracia - (Efesios 2:8).
- No son tus planes los que me importan sino mi voluntad en ti - (Jeremías 29:11).
- Sé que has cometido errores, sé que en varias oportunidades te has avergonzado de mí, sé qué seguirán habiendo desacuerdos entre nosotros, pero aun así quiero ser yo quien reine en esta relación, que me dejes ser dueño de tu corazón, de tus sueños y de tus pensamientos.
Ya te conocía antes de que me dijeras si, y aun así decidí amarte
y morir de amor por ti en una cruz -
Si hay una relación que jamás debemos cortar y cuidar con intensidad, es nuestra relación con Dios, y ésta paradójicamente debe comenzar con la famosa frase "No eres tú, soy yo".
#ACTIVATUFE Y DILE SI A DIOS