¿QUÉ PASA SI NOS HACEMOS TONTOS?
¿Te han señalado por hacer lo correcto? diciéndote: “Tu si eres Tonto”
Si es este tu caso, estas líneas son para ti.
Una de las razones principales por las cuales las personas no hacen lo correcto es porque temen ser considerados tontos. Les pondré 3 ejemplos básicos:
1- Vas caminando por la calle y a la persona que va delante de ti se le cae un billete de valor, lo tomas y se lo devuelves a la persona.
2. Vas a la bodega y resulta que te dan dinero extra con tu vuelto, cuentas el dinero, te percatas del error y devuelves el excedente.
3. Te consigues la última versión del Iphone, esperas que el dueño llame y lo devuelves.
En nuestra sociedad hacer este tipo de cosas es de “tontos”, pero para Dios no son tonterías.
Desde ese punto de vista, ¿Valdría la pena ser tontos?, porque si hacer lo correcto es tontería para el mundo, imagínense lo que representa para el mundo hacer las cosas de Dios, más que tontería son consideradas locuras. (1 Corintios 1:18).
Una persona tonta es aquella que carece de malicia y no responde a los parámetros apropiados o estipulados de “Inteligencia”, aquí me detendré un poco: ¿Los parámetros de inteligencia de este mundo son los mismos de Dios?.
Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos.
1 Corintios 1:10.
Dios es tan sabio que no permitió que la gente de este mundo lo conociera mediante el conocimiento humano. Desde este punto de vista, hacer lo correcto, obedecer a Dios, poner la confianza en él, adorarle, apartarnos de las obras de la carne (Gálatas 5: 19 -21) para seguir las obras de su Espíritu (Gálatas 5: 22-23) siempre serán consideradas tonterías, pero si quieres ser un mejor ciudadano y sobre todo un buen hijo de Dios vale la pena hacerte el tonto dentro de esta sociedad.
De seguro no eres ni serás el primero que se atreva: he escuchado de uno que construyó un arca en tiempo de sequía (Noé), a otro que siendo soltero desechó la oportunidad de propiciar una aventura con la mujer de un rey (José), otro que se le ocurrió enfrentar a un guerrero gigante con tan solo una honda y 5 piedras (David), y a uno que murió por amor en una cruz sabiendo que muchos no reconocerían su sacrificio (Jesús). Pero todos ellos son hombres de gran valor para Dios y tú también puedes serlo.
