NO DEJES QUEMAR TUS TAJADAS
¿Alguna vez se te han quemado las tajadas por alejarte unos segundo de la estufa?
Si algo así te ha ocurrido, estas líneas son para ti.
Es muy común en Latinoamérica acompañar nuestras comidas con las famosas tajadas o fritas de maduro, y curiosamente a veces se nos suelen quemar al tener un breve descuido. En nuestra vida espiritual también es común que los breves descuidos quemen nuestra fe y testimonio hacia Dios. Si revisamos las escrituras hay un peculiar caso de descuido:
David, el hombre conforme al corazón de Dios, en un pequeño descuido de ocio terminó espiando a una mujer ajena y cayendo en pecado. Un pequeño descuido trajo graves consecuencias: el asesinato de un hombre, la muerte de su hijo. Se quemaron sentimientos, corazones, integridad, y parte del sueño de Dios. (2 Samuel 11).
A veces, sin darnos cuentan, dejamos quemar el propósito de Dios para nuestras vidas, nos distraemos con el mundo y sus placeres, con nuestra propia voluntad, con la comodidad, e incluso con la religión y al igual que le ocurrió a David quemamos nuestro corazón, sentimientos, y los sueños de Dios. Algunos podrían decir, pero, aunque David se equivocó, Dios igualmente cumplió su propósito en él, si, es cierto, pero fueron bastante las lágrimas derramadas y el dolor que el descuido causó en su corazón. Recordemos que si hay algo que Dios desea que cuidemos, es nuestro corazón, porque de él emana la vida (Proverbios 23:4).
No te descuides, está atento a lo que Dios está cocinando en tu vida. Aun cuando sabemos que su misericordia nos alcanza día a día, no abuses de ella.
Hoy día son muchos los hijos de Dios que están quemando el propósito de Dios para sus vidas por el hecho de estar distraídos con lo que el mundo ofrece: la moda, la música, las relaciones fuera de los parámetros de Dios, la tecnología, las falsas doctrinas y pare usted de contar. No te descuides.
#ACTIVATUFE Y NO DEJES QUEMAR TUS TAJADAS
